El nombre de la Maison es corto: Feng J. Pero ya se podría escribir una novela sobre alta joyería concebida y producida por el diseñador Feng Ji. Feng es parte del equipo de diseñadores chinos que ha aprendido los secretos de la gemología y la orfebrería para producir joyas preciosas y de alta calidad. Nacida en 2015, la marca Feng J funciona solo por reserva y tiene una sala de exposición en París, en Place Vendôme, donde hace sus joyas, y en Shanghai. Tomó solo unos años hacer que las joyas de Feng J fueran presa de los coleccionistas. Una fama que comenzó con una subasta: una de sus piezas de joyería alcanzó el récord de ventas más alto entre los diseñadores de joyas chinos en una venta de la casa de subastas Poly en Hong Kong. Era 2015
La creativa diseñadora no llegó a la cima por accidente. Se graduó en Diseño de Producto en Shanghai, voló a Londres para completar su Maestría en Diseño de Joyas en la Universidad de las Artes y luego se mudó a París para seguir estudiando el tema en la École Privée BJOP. Como si esto fuera poco, se graduó del Instituto Gemológico de América y obtuvo un certificado profesional en la Academia Gübelin, en Suiza. Todo este estudio preliminar permite que Feng Ji vuele alto, en los cielos de la perfección. Sus joyas no son solo adornos, sino pequeños mundos llenos de significados, alusiones, aspiraciones filosóficas. Universos complejos, pero muy fascinantes.
Feng J tiene un estilo pictórico, es una artista que se expresa con joyas. También es una cuestión de raíces: su bisabuelo fue pintor de la corte con la dinastía Qing. Utiliza piedras preciosas con facetas suaves y que reflejan la luz por ambas caras. El fino grosor de las gemas le permite aprovechar incluso las variaciones más sutiles de color, tono y saturación. Cuando se combinan, explica el diseñador, estas gemas tienen un efecto de acuarela y una calidad como un pincel que roza suavemente un lienzo. Uno puede relacionar esto con el impresionismo o quizás con su primo, el puntillismo y el gran artista Georges Seurat. También utiliza la técnica Standing Mounting: una innovación de Feng J para hacer que todas las piedras preciosas colocadas en él permanezcan en posición vertical y se extiendan en direcciones de múltiples ángulos, como si estuvieran cobrando vida.