Entra en una platería, famosa por su plata, y sal con un anillo de oro. Ha sido posible desde hace algún tiempo si la tienda es parte de la cadena francesa Christofle. La Maison fundada por Charles Christofle, que tiene sus talleres en Yainville, Normandía, es más conocida por sus artículos para el hogar, desde cubiertos hasta jarrones. Pero también lleva mucho tiempo activa en el sector de la joyería, donde ha presentado en repetidas ocasiones nuevas colecciones con una fuerte aptitud para el diseño moderno.
Una de sus colecciones clásicas, por ejemplo, es Idole. Las joyas se juegan en la figura geométrica del círculo: junto a la línea plateada, sin embargo, en esta colección también hay anillos y colgantes en oro blanco o rosa y diamantes. No solo eso: junto a la plata también han aparecido piedras semipreciosas, como la rodocrosita, el cuarzo rosa, la amatista y el topacio.
En definitiva, la colección marca una innovación para esta empresa que hace de la tradición su bandera: la Maison fue la «orfebrería del rey» en 1844 para el rey Luis Felipe, y luego para el emperador Napoleón III. Hoy cuenta con 51 tiendas propias en los cinco continentes.