Un banquero apasionado por las joyas. Andrew Glassford va todas las mañanas a la oficina, donde ocupa un puesto destacado: es vicepresidente y gerente de riesgos de crédito para pequeñas empresas en Bank of America, el gigante bancario de Estados Unidos. Pero hace tres años descubrió que el dinero no lo es todo. También hay una pasión por la joyería: durante años, dice, ha recortado fotos de anillos, pulseras y collares de los periódicos, fascinado por el diseño. Y así, después de asistir a la École Van Cleef & Arpels en París y aprender sobre las oportunidades y las trampas de las gemas en Gia, fundó su Maison en Dallas, Texas. Un perfil inusual, pero Glassford con su segundo trabajo logró convencer a todos.
Además de su pasión por la joyería y su caniche llamado Mack II, Andrew ama las orquídeas y es un entusiasta del mundo asiático, después de un reciente viaje a China y Japón. Pero por sus joyas parece tener una fuerte predilección por el art deco, con líneas precisas, geometrías seguras, esmalte que separa el oro y las piedras preciosas. ¿Quién hubiera pensado que un banquero pudiera tener una sensibilidad estética tan profunda?