Tecnología, versatilidad y comodidad son la base de las joyas producidas por la empresa Spring Jewelry de Valenza que, tras décadas de «clasicismo», lleva casi quince años especializándose exclusivamente en la producción de joyas extensibles.
Todo esto ha sido posible gracias a la inventiva y al ingenio de Massimo Podda, que ha querido desafiar la naturaleza estática del diseño de joyas tradicionales para hacerlo innovador, moderno, adaptable y cómodo como una segunda piel.
Sin perder su elegancia, cada anillo y cada pulsera se expande y se cierra espontáneamente según las necesidades de quien lo lleva gracias al mecanismo y al resorte que quedan mágicamente ocultos.
Las ventajas prácticas de las extensibles son indispensables: las pulseras se pueden poner y quitar fácilmente sin la complicación del cierre y los anillos se adaptan al menos a cuatro tallas, haciendo irrelevantes problemas como la hinchazón o un nudillo hinchado.
Los numerosos mecanismos creados, algunos de ellos protegidos por patentes, permiten hacer elásticos cualquier tipo de anillo y pulsera, yendo mucho más allá de los clásicos tenis y Rivière.
En 2019, nació la pulsera reversible, que ofrece la posibilidad de tener dos tipos de patrón en uno gracias a un sistema de torsión.
Este año, sin embargo, nació el braccianello, una pulsera que se transforma en anillo gracias a un mecanismo suave y sencillo.
El éxito alcanzado y la continua demanda por parte de los clientes sirven como incentivo para continuar la búsqueda de nuevas soluciones e inventos destinados a hacer de lo que parecía inalcanzable una magia para llevar.