Pino Rabolini, que vendió la mayoría de las acciones de Pomellato al grupo francés PPR, lo siento, ahora se llama Kering. En resumen, el número uno es Andrea Morante, el director general que se ha mantenido al mando, como diría Monsieur Francois Pinault, el nuevo maestro del vapor. Para los interesados, el diario «la Repubblica» publicó ayer una plácida entrevista de Marcella Gabbiano al ex banquero de inversiones reconvertido al lujo después de haber vivido quince años en la cima del Credit Suisse First Boston. «No basta con exportar. Hay que estar presente en el mundo con estructuras propias que le mantengan al tanto de los diferentes mercados», responde el CEO, perdón, el jefe de la dirección de Pomellato. «El grupo ha conseguido internacionalizarse rápidamente manteniendo un nivel de rentabilidad muy competitivo. Reforzada por una red de distribución que incluye 86 tiendas monomarca, de las cuales 45 Pomellato y 41 Dodo, y más de 600 puntos de venta en todo el mundo, cerró el balance de 2012 con 146 millones de euros, frente a los 102 de 2009. El Ebitda alcanzó el 21,8. millones (14,5 en 2009) y beneficio neto 7,1 millones (2,1 millones en 2009)». Y, añade el periódico, el peso de Italia ha pasado del 59% en 2009 al 45% actual. En resumen, con más países extranjeros, Pomellato es una joya de empresa. Que, sin embargo, no pudo crecer por sí solo. Pero también por uno de los grandes problemas que se dan en las empresas familiares: la sucesión. El hijo de Rabolini no quiso saber nada de tomar las riendas de la empresa.
«Rabolini se dijo: como no puedo poner mi empresa en manos de mi hijo que tiene otros intereses, la encomiendo a quienes han demostrado garantizar el desarrollo y el futuro que merece. De ahí la elección de Kering, que ha realizado un importante trabajo con otra marca de lujo italiana, BottegaVeneta». Pero tal vez, no dice Morante, también hizo una oferta más sólida desde el punto de vista financiero. Morante asegura, sin embargo, que el estilo de Pomellato seguirá siendo el mismo, junto a Sergio Silvestris, director creativo. «Fuimos los primeros en proponer una nueva colección cada año, construyendo un archivo histórico de gran valor. Cuando el precio de las materias primas, sobre todo el oro, se disparó, decidimos realizar nuestras creaciones más importantes en plata», continúa el directivo. «A partir del archivo, Silvestris ha interpretado los iconos de la marca con nuevas proporciones y un estilo rockero». Resultado: Pomellato 67 se consolida casi como una marca independiente. Últimas noticias. El entrevistador pregunta: el espacio temporal en via Sant’Andrea, en el corazón del distrito de lujo milanés, se inauguró en noviembre de 2012. Dado que sigue siendo muy popular, ¿se transformará en un espacio permanente? Respuesta: «Estamos pensando en ello. Lo evaluaremos. Además, con el tiempo, Dodo también ha adquirido la identidad de una marca independiente.» En definitiva, nada de anuncios. Por otro lado, el silencio es oro, ¿verdad?
