¿Qué impacto tendrá la invasión de Ucrania y la guerra desatada por Rusia en el mundo de la joyería? Una pregunta planteada en Italia por el Club degli Orafi e Intesa Sanpaolo, el banco más grande de Italia. Para comprender esto, se realizó por primera vez una investigación que involucró a los miembros del Club de Orfebres, una asociación que reúne a las empresas más importantes de la industria orfebre italiana. El resultado es una fotografía del estado de salud del sector, pero también de los indicios estratégicos que siguen al conflicto. No es aventurado pensar que las mismas preocupaciones involucran también a empresas joyeras residentes en otros países. El resultado, presentado en el contexto de Vicenzaoro, no deja lugar a dudas.
Alrededor del 78% de los encuestados, después del conflicto, muestran un impacto negativo, con el aumento de los precios de las materias primas como la mayor criticidad señalada por todos los encuestados. Pero la capacidad de reacción también es significativa: el 30 % de las empresas ya está pensando en cambios organizativos, en particular a través de una revisión de los canales de suministro, pero también de las listas de precios y los canales de venta.
Y decir que el panorama que surgió sobre la industria orfebre italiana, antes de la guerra, es positivo. Casi el 60% de los entrevistados no sufrió un descenso en la facturación ni siquiera durante el año de la pandemia 2020, o ya los ha recuperado por completo en 2021. El índice de facturación Istat (organismo estadístico italiano) muestra un crecimiento en oro y bisutería de más del 50 % en 2021 lo que sitúa los niveles un 17% por encima de los de 2019, una cifra claramente por encima de la media manufacturera (+9%) y sobre todo al resto de sectores de la moda, que todavía sufren un desfase respecto al prepandemia.
La competitividad en los mercados internacionales es crucial para la recuperación del sector, con exportaciones que alcanzan un récord histórico de 8.500 millones de euros en oro y bisutería y 7.500 millones solo en oro de joyería, gracias a los excelentes resultados obtenidos en todos los mercados, en particular Estados Unidos, que refuerzan su papel como primera salida. Pero en este ambiente de optimismo generalizado, con más del 73% de las empresas esperando un mayor crecimiento de la facturación en 2022, la investigación del Goldsmiths Club destacó las preocupaciones ya en enero, debido al aumento en los precios de las materias primas. y retrasos en las adquisiciones.
Las empresas del sector, sin embargo, parecen preparadas para el desafío: el 60% ha aumentado sus inversiones en los últimos dos años, a pesar de la pandemia, con especial atención a la formación y el capital humano, que recibió las puntuaciones más altas en términos de prioridad y fue indicado por sólo el 5% de la muestra como no relevante. A esto le sigue la digitalización de la fase de producción, Investigación y Desarrollo y la mejora de la marca. En definitiva, la mirada va más allá de la guerra.