¿Puede una joya provocar una crisis internacional? Es el riesgo de que un hacker ataque a uno de los mejores joyeros, Graff. La Maison londinense, fundada por Laurence Graff y ahora dirigida por su hijo, Francois Graff, fue víctima de un ataque de una pandilla (presumiblemente rusa) de piratas informáticos. Como en las ahora clásicas estrategias de ransomware, los piratas informáticos se apoderaron del sistema informático de Graff y exigieron un considerable rescate, según el periódico británico Mail on Sunday.
Por lo tanto, los bandidos se han apoderado de las computadoras de Graff desde la distancia, no de sus costosas joyas. Entonces, ¿por qué debería existir el peligro de una crisis internacional? Es fácil decirlo: Graff vende joyas a los poderosos de todo el mundo, desde la realeza británica hasta los gobernantes de muchos países, así como a estrellas del mundo del espectáculo y empresarios con grandes cuentas bancarias. Y los piratas informáticos, para demostrar que no están bromeando, ya han publicado unos 69.000 archivos con detalles sobre unos 11.000 clientes en la web oscura. Los archivos incluyen detalles sobre los fichajes del expresidente estadounidense Donald Trump, así como de Oprah Winfrey, la estrella del fútbol David Beckham y varios miembros de la realeza árabe. Un problema, dado que para los joyeros la confianza en la confidencialidad de sus clientes es solo igual a la de un banco.
Los documentos divulgados incluyen listas de clientes, facturas, recibos y detalles de crédito: detalles que podrían ser vergonzosos para algunos, tal vez porque la joya comprada no estaba reservada para el cónyuge legítimo, o porque las compras pueden revelar un nivel de vida inesperadamente próspero.
