Recarlo transforma el símbolo de la cruz en un colgante divisible y se comparte ♦ ︎
La cruz, en los países occidentales, no es solo un símbolo religioso, sino también un icono que muchas personas visten, a veces incluso independientemente de su fe religiosa. Tanto es así que la cruz cristiana a través del tiempo ha cambiado en su forma, hasta que asume un diseño muy alejado de lo que era el modelo que se encuentra en los lugares de culto. Un ejemplo es la cruz de Recarlo, que es el protagonista de dos líneas de joyas: Lucrecia pavé lleno y Lucrezia descomponible. Este último, por ejemplo, se compone de dos elementos que se superponen con el enclavamiento. No es un juego simple, pero el mecanismo también tiene un valor simbólico. De hecho, puede donar uno de los dos elementos al ser querido (no necesariamente el compañero) para compartir un sentimiento o algo para recordar. Los colgantes, que se combinan con una cadena, están hechos de oro blanco y diamantes, en algunos casos con inserciones de oro rosa. Lavinia Andorno