Salima Thakker, ejemplo perfecto de culturas que se encuentran: la diseñadora nació y trabaja en Amberes, de padre indio y madre belga. Amberes es la capital europea de los diamantes y las joyas fueron una tentación irresistible para Salima Thakker, además de unirse al mundo del arte: estudió en la Royal Academy de Amberes y obtuvo su maestría en el Royal College of Art de Londres, donde consolidó su profesión y pasión por el diseño. Tanto es así que luego se convirtió en profesora de la Academia de Bellas Artes, con la que aún colabora. Pero su joyería surgió después de una colaboración con Damiani, en Milán, hace unos veinte años.
Una experiencia que la ayudó a abrir su taller y tienda en Amberes, haciendo las joyas ella misma. La diseñadora describe su trabajo como el resultado de un entrelazamiento, una cultura compartida entre diferentes orígenes étnicos, que son una fusión de la cultura mundial. Utiliza solo piedras, gemas y diamantes que se pueden rastrear éticamente, y sus joyas ahora se venden en todo el mundo, incluidos Nueva York, Hong Kong y Amberes.