Sicilia, la isla de Italia con mayor número de volcanes activos, con una cultura y tradiciones que son una mezcla de herencia latina, árabe y normanda, una tierra de naturaleza exuberante y un mar absoluto. En definitiva, un mundo aparte que fascinó a Lydia Courteille, diseñadora de joyas y viajera incansable. Sus colecciones a menudo están inspiradas en sus viajes exóticos. Pero esta vez descubrió lo inesperado a un par de horas en avión desde París. La nueva colección se llama Revoir Palerme, pero no se guía solo por las imágenes de la ciudad siciliana, porque es todo el territorio el que ha sugerido joyas como siempre ricas, imaginativas y eclécticas.

Uno de los colores que distingue a Sicilia es el amarillo. Como el de los limones: turmalinas de color amarillo eléctrico, zafiros amarillos, jaspe y Paraiba verde se utilizan para joyas como el colgante La Trinacria (nombre atribuido según la leyenda a una mujer con tres piernas y sinónimo de Sicilia), o un gran anillo. El collar Huerto de Sicilia utiliza oro, jaspe, esmeralda, tres turmalinas, tanzanita, tsavorita, zafiro amarillo, transparente y naranja, diamantes marrones.

No es sólo Palermo lo que fascina al diseñador parisino. Otra joya de Sicilia es Taormina, famosa por su anfiteatro romano y sus jardines. Un anillo de la colección está inspirado en el pueblo siciliano y está realizado con una turmalina verde Paraiba de 43,17 quilates de tonalidad intensa, acompañada de una esmeralda de 4,74 quilates, una tsavorita, un zafiro amarillo, un zafiro naranja y un diamante.

La tuna, un cactus que produce frutos suculentos y dulces, es una planta recurrente en el paisaje siciliano. Es una hortaliza originaria de México, importada a Sicilia por los españoles en el siglo XV. El Cactus Cuff es el resultado de la experimentación con la tecnología 3D, una joya extremadamente ligera y flexible. La pulsera va acompañada de los pendientes Cactus en oro de 18k, dos ópalos de fuego de 25,59 quilates, turmalina verde, zafiro azul, tsavorita.

Es imposible hablar de Sicilia sin mencionar el Etna, el volcán activo que domina la ciudad de Catania. Un anillo de cóctel representa una erupción volcánica del Monte Etna. En el centro hay un ópalo de fuego, sin duda la piedra más adecuada para este propósito, que recuerda la ebullición de la lava incandescente. Por último, la colección incluye joyas como los pendientes de esmalte Plique-à-Jour inspirados en los coloridos paisajes de la isla y dos anillos que son una combinación de bloques de esmalte y piedras preciosas en estilo geométrico, una nueva expresión de la creatividad de Lydia Courteille en joyería.

