Un artista capaz de combinar el sol y el mar de Marbella con el lago y las montañas de Ginebra. Esta extraña pero eficaz combinación da vida a las joyas de Antonio Seijo, uno de los joyeros más imaginativos del mundo. Pero describirlo como joyero es quedarse corto, porque su creatividad también abarca la escritura y el estudio. Todo un saber que se refleja en sus joyas, como las dedicadas al mundo del antiguo Egipto, en las que pendientes y anillos se inspiran en los dioses adorados por los faraones.
Antonio Seijo, que trabaja entre la isla española y la ciudad suiza, forma parte de una dinastía de joyeros activa en Andalucía desde hace dos siglos. Los temas de sus piezas de alta joyería van desde las estrellas hasta el dios Baâl pero, junto a los elementos narrativos, el resultado es sobre todo llamativo: joyas no solo imaginativas, sino también ricas, realizadas con piedras especiales, como grandes aguamarinas. o negro opalino, con combinaciones sorprendentes, formas originales. Él mismo es un gemólogo experto en diamantes, piedras de colores y materiales preciosos. Y recientemente se dedicó a su obra un gran libro ilustrado con imágenes de sus joyas (Antonio Seijo, Editions du Regard, lengua francesa, tapa dura, 251 páginas).