En Florencia, las bisutería de alta gama son las de Bona Tondinelli. La diseñadora, sin embargo, tiene una historia particular, pues hasta 2011 fue anticuaria e interiorista. Y es el motivo que la empuja a crear creaciones que tienen un sabor ligeramente vintage. Tras sus estudios en Londres y París, en 2012 Bona Tondinelli transformó la tienda de antigüedades en una tienda de bisutería y diseñó colecciones que son realizadas por un laboratorio florentino con criterios totalmente artesanales. La diseñadora define sus creaciones como joyas con alma, joyas con alma. Más aún cuando se acercan las vacaciones como la Navidad.
El diseñador, por ejemplo, propone para 2020 la colección Maglia Greca, bisutería con circonitas cúbicas verde esmeralda y rojo rubí, encerradas en una malla griega, bañadas en oro de 18 quilates. Los collares son de varios tamaños, desde el collar hasta el largo sautoir, que se puede girar varias veces alrededor del cuello. También es posible personalizar combinando los eslabones con cadenas y perlas cultivadas. Todas las creaciones están elaboradas artesanalmente en latón con baño antiguo, bañadas primero en plata y luego en oro. Las piedras utilizadas por el diseñador son semipreciosas: ágata, ónix, cornalina, jade de colores, perlas cultivadas y los esmaltes están hechos a mano.
La malla griega está compuesta por dos diminutas columnas con capiteles, aquí está la referencia a los templos griegos: la ranura central se presta a ser adornada con baguettes de circonitas, pero también es hermosa vacía. A partir de la camiseta, se creó toda la colección, incluidos los anillos y los pendientes.
Bona Tondinelli