Jan Leslie no es la única mujer que en algún momento de su vida dejó el árido mundo de los balances empresariales para sumergirse en la joyería. Sin embargo, es sin duda una de las que más éxito ha tenido, ya que la empresa que lleva su nombre se inauguró en 1990, hace más de 30 años. Ella y ella todavía es apreciada. La diseñadora, después de asistir a la Wharton School of Business de la Universidad de Pensilvania, ha (quizás renunciado) para ocuparse de la consultoría de gestión en una de las principales firmas contables. Pero ella, además de licenciada en Contabilidad y Administración de Empresas, siguió un programa dedicado a la joyería en el Departamento de Metales de la Parsons School of Design de Nueva York.

En el amplio catálogo de la Maison americana hay de todo, desde joyas para hombre, desde un amplio surtido de gemelos, hasta las dedicadas a la mujer, que incluyen pendientes en plata u oro, con piedras preciosas o semipreciosas. Es una marca que busca captar la atención de una gran audiencia, quizás un recuerdo de la experiencia gerencial. Jan Leslie propone, por tanto, collares de plata con nácar que no llegan a los 300 dólares, junto a pendientes con esmeraldas y piedras de estalactitas verdes que alcanzan los 7.000 dólares.





