Armiss es un acrónimo del nombre del equipo que hace dos años dio vida a la marca: Arianna, Michele, Silvia y Stefania. Michele Elettro, con treinta años de experiencia como orfebre en Valenza (Italia), fundó en 2004 su primer taller, Modellart, que trabajaba por cuenta de marcas de joyería consolidadas. Silvia Raselli, por su parte, tiene a sus espaldas una experiencia profesional con Damiani y, antes, un diplomado como gemóloga en el Gia de Nueva York. Son los dos motores del lado creativo de Armiss. La marca, nacida en el período de la pandemia, quizás por eso se propone como una reacción alegre al ambiente sombrío de ese período.

Las joyas de Armiss son de calidad, en oro y diamantes, o piedras semipreciosas como la malaquita, pero también un toque de color gracias a las inserciones de esmalte, que hacen que la producción de la joven Maison sea adecuada para olvidar la tristeza y los malentendidos que acompañan a la vida. Un toque de vivacidad que, sin ser excesivo, puede estar en sintonía con el estilo de quienes aman salirse de los esquemas habituales.






