California. Sol, playas, olas. Y una moda que ama la comodidad y lo informal. En este contexto Jennifer DeMoro encontró inspiración para sus joyas, que tienen como ideal los años setenta, cuando California era el sueño de los jóvenes de todo el mundo. Pero las joyas de Jennifer DeMoro no deben atribuirse necesariamente a un ambiente hippy o al actual Festival Coachella. La marca del diseñador tiene su sede en el sur de California, en San Clemente, una ciudad costera justo debajo de Los Ángeles. El estilo de vida de la playa en sus joyas se transforma en muchas piedras semipreciosas de colores, que se adaptan al oro brillante y que recuerdan a la diseñadora los atardeceres y los tonos intensos de su territorio.

Las piedras suelen tener cortes especiales y los colores se eligen para expresar fuertes contrastes, con formas geométricas claras: zafiros, rubíes, granates, espinelas, esmeraldas y amatistas se trabajan con cortes que incluyen baguette, princesa, redondo y marquesa. Jennifer DeMoro también tomó un curso de diseño de joyería con Gia.






