Las joyas de l’Art Nouveau vuelven a estar en el punto de mira, pero con el estilo ecléctico de principios del siglo XX en los EE. combinación entre exceso e innovación. En comparación con el gusto del siglo XIX, las influencias más consistentes del gusto artístico de la época se pueden ver en las joyas de la primera parte del siglo pasado.

Guirnaldas de Cartier, bordados, flores de Boucheron y Chaumet, referencias al antiguo Egipto oa Oriente, son algunos de los aspectos más llamativos. Novedades también conseguidas gracias a innovaciones en la elaboración, como el uso más frecuente del platino, un metal resistente, que ha permitido adquirir ligereza, con joyas que se han vuelto menos pesadas y más resistentes que las de plata. Pero al elegir una joya que tiene cien años hay que tener cuidado: en aquella época los métodos de fabricación eran diferentes a los actuales, que se ayudan de la tecnología.

Incluso la elección de las piedras fue menos científica que en la actualidad, por no hablar del tratamiento de las gemas, que ahora consigue realzar piedras que entonces se utilizaban en su estado natural: opacas, cortadas de forma un tanto aproximada al brillante, rosa, lágrima y cabujón, al que se añadían formas como calibre y briolettes. Sin embargo, las joyas entre finales del siglo XIX y los locos años veinte marcan un punto de inflexión y conservan un gran encanto. Tanto es así que ahora vuelven a ser el centro de atención del mercado, entre las casas de subastas y las antigüedades.

Pero, ¿cuáles son las características de las joyas Art Nouveau? Hay que partir de la premisa de que los artistas y artesanos de la joyería de aquella época querían diferenciarse ante todo de la producción en serie, que comenzaba a aparecer en el mercado en aquella época. Por esta razón, las joyas Art Nouveau se caracterizan por una artesanía refinada. Todavía hoy se recuerdan a diseñadores y joyeros famosos como René Lalique, Louis Comfort Tiffany y Karl Fabergé. Sus joyas han sido copiadas e incluso las grandes industrias del objeto o de la moda se han inspirado en estos maestros del diseño.

A su vez, los creadores de la joyería Art Nouveau quedaron fascinados por el arte de China y Japón, expresiones artísticas aún poco conocidas en Occidente. Elementos naturales como animales, insectos o flores se han asociado con criaturas míticas como los dragones. Y, como en las acuarelas hechas en China y Japón, el Art Nouveau favorecía los colores pastel.

Las joyas Art Nouveau también favorecieron la figura femenina. No olvidemos que en la época victoriana una mujer no podía mostrar ni un tobillo en público. El Art Nouveau no tuvo miedo, como reacción, de realzar el cuerpo femenino sin censura, a menudo en figuras asociadas a personajes mitológicos o fantásticos. Incluso la joyería ha tenido en cuenta este aspecto.

El creador más famoso de ese período fue el diseñador de vidrio y orfebre francés René Lalique (vivió entre 1860 y 1945). Usó colores suaves y volúmenes con curvas sinuosas, piedras semipreciosas, ámbar, nácar y materiales inusuales como carey, cuerno, perlas barrocas.




