A finales de septiembre, el príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, decidieron pasear por las calles de Nueva York. Nada extraño. Pero los periódicos que siguen los chismes han tomado nota, como siempre, de la indumentaria y las joyas que luce la ex actriz. Junto con un anillo de Lorraine Schwarts, la esposa del príncipe Harry optó por su anillo de compromiso y un anillo Birks de diamantes de oro blanco. No solo eso: Meghan Markle también ha elegido otra joya de la Maison Birks: unos pendientes con un valor estimado de 15.100 dólares.
Que la duquesa de Sussex tuviera predilección por Birks Bijoux, una empresa canadiense fundada en 1879, con sede en Montreal, de hecho, no es nueva. La empresa de joyería, hace un par de años, anunció que las ventas habían aumentado precisamente en relación a la preferencia otorgada por Meghan Markle a los anillos y aretes de la marca. Las joyas de la Maison son muy modernas, pero sin añadir rarezas. De hecho, en teoría, el diseño de Bijoux Birks está inspirado en la naturaleza canadiense, aunque no es fácil encontrar las razones en la apariencia de las colecciones. Que siguen siendo, sin embargo, agradables. Que también debe ser la opinión de Meghan Markle.