San Pantaleo, para los cristianos, es el santo patrón de médicos y parteras. Y en la Piazza San Pantaleo, en Roma, está el taller de Giulia Barela, una de las firmas de la joyería de la capital de Italia. ¿Cual es el enlace? Simple: para la diseñadora, la belleza debe ser una práctica de bienestar. De alguna manera, en definitiva, las joyas pueden curar el espíritu o, al menos, dar buen humor. A partir de este principio Giulia Barela comenzó a concebir la colección Memento.
La palabra está ligada al concepto de memoria y, por tanto, de conciencia del pasado, en particular de la condición femenina. Y quizás los elementos en forma de escalera que componen algunas de las piezas de la colección también simbolizan los vaivenes de la vida, así como una metáfora del crecimiento personal. Otro icono recurrente es el del trébol de cuatro hojas, amuleto de la buena suerte. En cualquier caso, la colección, realizada con efectos escultóricos, consta de 13 piezas: dos pulseras, cinco anillos, un collar y un colgante. Están disponibles tanto en plata 925 como en bronce con baño de oro de 24 quilates.