Pronto será un aniversario de plata. El matrimonio que ha durado 30 años, sin embargo, es el de Claudio Calestani y su taller milanés, donde fabrica anillos, pulseras, pero también hebillas de plata, su especialidad. Calestani, sin embargo, no es un joyero cualquiera: su estilo es muy reconocible por la connotación de las pasiones del joyero, el rock, las motos y las artes marciales, que caracterizan su producción. Además, es una profesión que también es un legado familiar: en Casalmaggiore (Cremona) el abuelo fue uno de los fundadores, hace un siglo, de la Asociación Federal de Orfebres chapados en oro y de las Fábricas Unidas.
Algunos símbolos son recurrentes en la producción de Claudio Calestani, como la serpiente, que también es el icono de la Maison. Los anillos y pulseras son macizos y voluminosos, de formas redondeadas, en algunos casos con metal bruñido que aporta volumen y grosor a las joyas de plata. Las cadenas son resistentes, con eslabones que le dan una textura especial al metal.