El encanto de los diamantes … ¿Es necesario describirlo? ¿Necesitas recordarlo? ¿Para bordarlo? No, pero es bueno que una piedra tan amada durante cientos de siglos se transforme en pequeñas obras maestras si ocurre en las manos y mentes adecuadas. Para Céline Assimon, nueva directora ejecutiva de De Beers, los diamantes son el negocio habitual. Lo cual, a veces, puede volverse especial. Como en el caso de la nueva gran colección de alta joyería Reflections of Nature, dividida en 39 piezas y cinco líneas: Okavango Grace, Motlatse Marvel, Namib Wonder, Landers Radiance y Ellesmere Treasure. El tema es la naturaleza o, más propiamente, la naturaleza africana, la tierra de la que De Beers extrae diamantes. Las tierras salvajes de Botswana y Namibia se convierten así en joyas evocadoras, hechas con todos los tonos de diamantes de fantasía: amarillo, marrón, verde, rosa.
Un ejemplo sobre todo: la pulsera Motlatse Marvel, compuesta por 158 diamantes para un total de 26,98 quilates, que recuerda el sol abrasador de África y el ambiente subtropical del Cañón Motlatse sudafricano. O el conjunto Namib Wonder, inspirado en las dunas del desierto de Namibia, con joyas que utilizan diamantes con tonos amarillos y blancos. O el anillo de la línea Okavango, con diamantes verdes y rosas, que parecen haber sido extraídos de las tierras del delta del río africano. Una colección que agrega gemas raras con sugerencias de tierras lejanas y aún desconocidas para la mayor parte del mundo. Y por esto aún más fascinante.