Las conchas africanas se transforman en joyas de oro y diamantes. Con inspiración de los antiguos ritos del continente negro ♦
África y los diamantes son una combinación natural. Pero los diseñadores africanos con la experiencia y el gusto por el trabajo en Occidente son sólo algunos: cuenta con Catalina Sarr, nacida y criado en Francia, pero originaria de Benin, que luego eligió para vivir y trabajar en Londres. Antes de fundar Almasika, trabajó para varias marcas de lujo, entre ellos De Beers. La pasión por las joyas Catalina va de la mano con una fascinación por los diseños tradicionales de su país de origen. Almasika es el resultado de esta ambivalencia. El nombre proviene de Almasi, la palabra swahili que significa diamante y Sika, lo que significa oro en diversas lenguas de África Occidental.
Un ejemplo fue su primera colección, El Cauri Endiamanté, que toma la forma de una concha, una concha clásico, el cauri. Esta concha fue una vez un símbolo de la prosperidad, la espiritualidad y la fertilidad: se ha utilizada para los ornamentos e incluso como moneda en varios reinos africanos, convirtiéndose en sinónimo de riqueza y la fortuna. Y sin embargo, son utilizados por los adivinos, o usados como un talismán. En este caso, sin embargo, también son un joyas apreciables hechos con oro y diamante.