Hace aproximadamente un siglo y medio (en 1847 para ser precisos) Charles Murat fundó en París la joyería que aún hoy lleva su nombre. Sin embargo, a diferencia de la Maison of Place Vendôme, Murat se ha centrado en una «joyería de bulevar» a precios súper asequibles, en plata 925, oro, chapado en oro y acero. En resumen, joyas parisinas, pero no aptas para una velada en la Ópera. En 1998 el grupo francés Marcel Robbez Masson compró la marca con la idea de mantener la filosofía original: el estilo francés combinado con la vida cotidiana.

Para el verano de 2020, por ejemplo, Murat propuso la colección Adventure, con decoración anti-mal de ojo de metal bañado en oro y laca de color coral. Las bisutería están realizadas en plata 925 ‰, baño de oro y acero 316L, con el añadido de cristales, circonita cúbica o laca de color y los precios oscilan entre los 30 y los 160 euros.






