¿Y si los influencers, hombres o mujeres, no fueran todos angelitos? Se sabe que el variado ejército de influencers, generalmente chicas guapas o autoproclamadas expertas en algo, tiene como objetivo ganar dinero mediante publicidad, más o menos escondida de los productos que muestran en Instagram, Facebook, Tik Tok y similares. Pero también es bueno saber que esta actividad no siempre está dentro de los límites de la ley.
Un caso planteó este problema. Amazon en los Estados Unidos está demandando a Kelly Fitzpatrick, ex miembro de su programa de influencers, junto con su colega Sabrina Kelly-Krejci. La acusación: Amazon afirma que las personas influyentes han promovido artículos falsificados, incluidas joyas. La gran tienda online de Jeff Bezos ha presentado una denuncia ante el tribunal federal del distrito occidental de Washington. Según esta acusación, la influencer Fitzpatrick, en colaboración con Sabrina Kelly-Krejci y una variedad de productores chinos, habría utilizado una «sofisticada campaña de publicidad falsa» en redes sociales como Instagram y Tik Tok para que Amazon no se enterara vendían falsificaciones ilegales.
Los artículos de lujo falsos, fabricados en China, incluyen un brazalete Dior J’Adior, así como bolsos y gafas de sol falsos. Amazon también afirmó que las cuentas de redes sociales de Style y Grace afirmaron que habían vendido artículos que solo pueden tener similitudes con un artículo de marca. La lista, según la acusación, a menudo contenía enlaces ocultos que permitían a los compradores comprar falsificaciones.