Desde gerente de sistemas de información y soluciones de cibertecnología hasta joyero exitoso y galardonado. Es la inusual historia de Tariq Riaz, un diseñador y joyero con sede en Abu Dhabi. “Soy un hombre libre. Amo lo que hago y hago lo que amo ”, resume. Ciertamente representa una excepción. Riaz dice que el punto de inflexión en su vida llegó en 2014, cuando no pudo encontrar un anillo que su esposa embarazada pudiera usar durante y después del embarazo, es decir, en dos tamaños diferentes. Luego decidió aplicar sus habilidades de ingeniería a la joyería. En resumen, más que una pasión por el lujo, fue la curiosidad técnica lo que impulsó a Tariq Riaz.
Pero luego siguió los cursos de Gia, fue a Bélgica, Alemania, Afganistán y Pakistán para aprender técnicas de orfebrería y comprar piedras preciosas. La primera colección, compuesta por 21 piezas en pavé sobre platino, requirió tres años y medio de trabajo. Y el trabajo entre metales preciosos y gemas dio origen a la nueva pasión por la joyería. En 2020 participó en el primer concurso de premios de joyería con los premios Spectrum de la Asociación Estadounidense de Comerciantes de Gemas. Inmediatamente ganó dos premios. Y su fama despegó.
En su interior, sin embargo, la pasión por la ciencia no ha desaparecido. Por ejemplo, relata la fascinación de las propiedades de reflexión y refracción de la luz y la propiedad fundamental de la materia y las partículas elementales de la física cuántica, que aparecen como onda y como partícula en función de la presencia o ausencia de un observador. De estas reflexiones nació el Abrazo, una técnica que permite que los anillos se adapten a los dedos de quien los lleva.