Cuidado con la simetría: el corte de un diamante puede mejorar o hacer un anillo menos brillante. He aquí cómo averiguarlo.
Mientras esté listo para invertir parte de sus ahorros en un anillo de diamantes, piense en cómo elegir la joya. Por supuesto, un diamante es para siempre: por esta razón vale la pena hacer una elección cuidadosa. Ya sabes cuáles son las cuatro C. Ya has leído nuestra guía Cómo elegir el anillo de diamantes y Cómo elegir un diamante. Pero todavía hay una cosa que debes saber: debes prestar atención a la simetría. Sí: un diamante también puede ser «un poco defectuoso». En este caso brillará menos y tendrá menos valor en el futuro.
¿Qué es la simetría?
La simetría se refiere a la precisión, la forma y la disposición de las facetas del diamante. El corte brillante, por ejemplo, tiene 58 (o 57 si no tiene el de la punta inferior, el culet) que debe ser perfectamente simétrico: no es simple. Debemos decir que la identificación de la simetría no es fácil: el Instituto Gemológico de América (GIA) ha puesto 15 años y ha estudiado 38 millones de diamantes antes de decidir cómo juzgar la simetría de un diamante, en particular la ronda, brillante de corte. Al final de tanto esfuerzo ha establecido los parámetros y la clasificación. La simetría puede ser Excelente, Muy Bueno, Bueno, Regular y Pobre.
¿Por qué es importante?
Piénselo por un momento: un diamante debe ser lo más transparente posible para permitir que la luz se filtre en su interior. Luego, debe reflejar la luz a través de sus facetas. Si estos no son perfectamente simétricos, el brillo de la luz tampoco será perfecto. Más: el diamante podría brillar muy poco porque la piedra no puede dejar salir la luz de su interior. Los defectos de este tipo, causados por la falta de simetría, se denominan desviaciones. ¿Ocurre a menudo? Afortunadamente no. Érase una vez los que cortaban piedras lo hacían todo a mano, en ambientes poco iluminados. Ahora la tecnología ayuda a no equivocarse, o casi.
Aquí están los grados de simetría del diamante.
Excelente. Diamantes con excelente simetría. No tienen desviaciones y no tienen facetas incorrectas o faltantes.
Muy bien. Diamantes con simetría que tiene un par de desviaciones sin importancia, como una desalineación mínima o una faceta imperfecta.
Bien. Diamantes con buena simetría, pero también algunas desviaciones que pueden afectar el brillo. Por ejemplo, por el ángulo del pabellón o por una faceta faltante.
Discreto. Diamantes que presentan diversas desviaciones y, en consecuencia, un brillo reducido. Las desviaciones perjudican la perfecta reflexión de la luz.
Extraño. La mala simetría y varias desviaciones obvias pueden hacer que el diamante sea casi opaco. Las causas pueden ser diferentes, como una superficie no perfectamente centrada, facetas faltantes o no idénticas.
¿Qué debe usted mirar?
Las imágenes que ves son elocuentes: las diferencias en el corte pueden ser mínimas, o saltar al ojo. Lo mejor que puedes hacer es comparar diamantes diferentes con el mismo corte, y con la misma luz: elige el que parece brillar mejor, que te gusta más: lo más probable es que no encuentres un diamante no simétrico.