Un largo viaje que partió de Holanda, pasó por Asia y regresó a Amsterdam, donde Buddha to Buddha diseña sus joyas, que luego son elaboradas artesanalmente en Bali. Una historia que comenzó en 1997 cuando el holandés Batul Loomans partió hacia la India en la clásica búsqueda del sentido de la vida. Entre meditación y reflexión sobre conceptos más profundos, Batul comenzó a diseñar una pulsera de eslabones. Una elección no casual, porque los anillos que componen la joya del fundador de la Maison son también una representación de la unión entre dos personas. Además, el brazalete tenía que ser pesado, como representación simbólica de la resistencia. Luego, el proyecto se transformó en joyería junto con un platero local.
De Buddha to Buddha nació así. Hoy es una empresa que crea joyas en plata, pero también en oro de 14 quilates y cuero, con la aportación de artesanos de la isla indonesia. No son joyas étnicas de baja calidad: pulseras, anillos y pendientes son de gama premium. Además, la invitación de la Maison es no olvidar los valores espirituales con los que comenzó. La conexión con sus clientes no es tardo-hippy, sino ligada a una sensibilidad y gustos estéticos muy actuales, entre new age y Genderless. Actualmente las joyas se distribuyen en el norte de Europa, Gran Bretaña y Estados Unidos.
