Marie-Hélène de Taillac vive entre París, Londres y Nueva York. Sus joyas son felices incluso en días lluviosos ♦
Desde 1996 Marie-Hélène de Taillac signe sus colecciones. Pocos recuerdan, pero hace años del debut de la diseñadora francésa había causado cierta sorpresa. En primer lugar se quiere que las piedras y joyas para siempre ponible. La idea fue del agrado de los que están en contacto con las mujeres, los clientes, ya sea en la tienda: por lo que las joyas de Marie-Hélène de Taillac llegó a las ventanas de Barneys New York, Browns en Londres y Colette en París. El diseñador ha trabajado extensamente para las marcas de moda como Dinny Hall, Victor Edelstein y Philip Treacy.
A continuación, se dedica exclusivamente a la joyería y piedras preciosas. Su investigación la ha llevado a la India, donde las piedras y las operaciones de oro se mantuvieron en parte las del pasado. Una de las ideas, por ejemplo, era utilizar la briolette de corte, no sólo para los diamantes, sino también para las piedras de colores en forma de gota. Y no sólo los clásicos, como esmeraldas y zafiros: Marie-Hélène se ha ampliado la elección de piedras pequeñas conocidas como iolite, una piedra azul, que algunos también sería utilizado por los marineros Vikings para mirar el cielo en la presencia de nubes. Con el iolite se hace un anillo de oro, con un color intenso. Su estilo ha sido un éxito: después de haber abierto la primera tienda en Tokio, en 2003, se abrió otra tienda en el distrito de distrito de Saint-Germain-des-Prés, en el margen izquierda de París, en 2004. Y su tercera boutique en ‘Upper East Side (calle 69 o lado de la Avenida Madison) en Nueva York en 2013.
Un libro,Gold and Gems: The Jewels of Marie-Hélène de Taillac, con las contribuciones de la diseñadora, de Eric Deroo, Ines de la Fressange, Jean-Philippe Delhomme (ilustrador), y con el prefacio de Vanessa Friedman ( Rizzoli, 224 páginas, $ 63 en Amazon) cuenta la historia y la creatividad de Marie-Hélène.