¿Cómo conseguir una joya que brille como si estuviera orgullosamente enriquecida por un diamante con muchos quilates? Como si fuera. Y en cambio, tiene un diamante más pequeño: un aspecto que le permite mantener el precio bajo sin penalizar el brillo. La solución que los diseñadores innovadores de Bliss (marca del grupo Damiani) han creado es rodear un brillante, por ejemplo 0.01 quilate (1 quilate es igual a 0.20 gramos) con una corona de metal de oro blanco. Esta superficie circular está compuesta por muchas pequeñas semipirámides, que reflejan la luz y la dirigen hacia afuera o directamente sobre la piedra.
Una estratagema que funciona: si no miras de cerca la joya, no te das cuenta de que el brillo se debe en gran medida a este marco de metal. Larga premisa para anunciar que después de aplicar esta idea a colecciones como Rugiada, Bliss ahora usa la misma configuración para la nueva línea Sole. El nombre es correcto, ya que las joyas realmente parecen pequeños soles.