El arte de la orfebrería para joyas y piezas únicas de Rosmundo Giarletta ♦ ︎
Eboli es una pequeña ciudad en la provincia de Salerno, en el sur de Italia. Es más conocido por ser el protagonista del libro escrito por Carlo Levi que una escuela para orfebres. Pero tal vez este juicio será rectificado por la habilidad de Rosmundo Giarletta, quien fundó Rosmundo Orafe Arts. Su historia profesional, se dice a sí mismo, comienza a los 14 años, pero en Varese, donde estudió arte, y quedó fascinado por un libro del trabajo de Benvenuto Cellini, la divinidad tutelar de todos los escultores de metal.
Rosmundo comenzó a trabajar como aprendiz en el laboratorio Lido Bacci, con sede en la Casa degli Orafi, cerca del Ponte Vecchio, en Florencia. De regreso en Eboli, fundó su taller, Rosmundo Bottega Orafa, y se graduó como Diamond Grader en Gemmological Institut of America, Gia. También reforzó una amistad particular con el Principado de Mónaco: fue recibido en Mónaco por el ex Príncipe Ranieri y la Princesa Carolina nominó a Rosmundo como Caballero de Arte y Cultura. Además de las piezas de bisutería tradicionales (anillos, collares, pulseras, aretes), el virtuoso artesano de Eboli ha realizado una serie de piezas únicas utilizando la técnica difícil del túnel, con un efecto que en algunos casos recuerda intrincados motivos geométricos del tradicional Arquitectura árabe.