Los anillos para llevar en el dedo meñique, llamados chevalier en Europa y signet en los países anglosajones, son una de las especialidades de la casa de joyería Villa Milano, junto a los gemelos. La larga tradición de la joyería, fundada en 1876 y ahora dirigida por Alice Villa, CEO y directora creativa, no renuncia a renovar su propuesta, con una colección de anillos de caballero. Este tipo de joya se distingue por su forma que recuerda la antigua función para la que fue creada. El anillo de caballero era utilizado antiguamente por la nobleza para fijar el sello de la casa sobre el lacre, utilizado para sellar (de ahí el nombre) cartas de correspondencia. Más tarde la joya pasó a ser simplemente un adorno para indicar el linaje noble al que se pertenecía.

Por esta razón, los anillos de caballero presentaban una superficie metálica plana o una gema grabada con el escudo familiar. Hoy en día, sin embargo, este tipo de joya ha sido reelaborada manteniendo un mayor volumen en la parte superficial y con la adición de piedras de colores, como en el caso de la colección Chevalier de Villa Milano. Los anillos en este caso utilizan diamantes, o bien gemas como zafiros, turmalinas, granates.
Además, además de en oro amarillo, rosa o blanco, en versión cepillada, también están disponibles en titanio, bronce, acero de Damasco o carbono, un material habitualmente utilizado en sectores como el aeroespacial o para los coches de Fórmula 1, en un sorprendente color negro. El diseño es también una reelaboración del concepto tradicional de anillo de sello, con modelos que presentan un perímetro octogonal, cuadrado o redondo, con un cañón que también puede estar recubierto de un pavé de microzafiros o diamantes marrones.

