Una Maison francesa con más de 200 años de historia: aquí están las joyas diseñadas por Arthus-Bertrand.
Da marcha atrás a las manecillas del reloj y llegarás al año 1083. Los británicos finalizan la exploración de Australia y descubren que se trata de una isla. El científico italiano Alessandro Volta inicia la producción industrial de su batería. Estados Unidos compra Luisiana a Francia por 15 millones de dólares. Y en París, después del establecimiento de la Legión de Honor, el Consulado y el ejército pidieron producir decoraciones, realizadas por el taller Arthus-Bertrand.
El orfebre francés se convierte así en un especialista del grabado. Incluso hoy en día, la Maison produce medallas y condecoraciones oficiales. Pero con el tiempo también ha añadido joyas. También en este caso, buena parte de las joyas están dedicadas a momentos importantes, a celebraciones como bodas o aniversarios. Sin embargo, no faltan las joyas para lucir todos los días. En Arthus-Bertrand trabajan 250 artesanos especializados, en particular, para hacer joyas de plata y oro. No tienen nada que ver con la oficialidad, sino que son joyas muy sencillas, modernas, que no dejan ver los más de 200 años de historia que hay detrás. Saber que hay una larga historia detrás, sin embargo, te hace apreciar más lo que compras.