La naturaleza transformada en alta joyería: Capucine H es el nombre de una pequeña casa francesa que quiere utilizar sus creaciones para defender el medio ambiente. Y no con palabras: Capucine Huguet viaja a lugares remotos, en contacto con investigadores científicos, para dar testimonio de su cercanía a los problemas asociados al cambio climático. Y este interés se refleja en su trabajo. Por ejemplo, el broche 78° Norte hace referencia a la latitud de Longyearbyen, el pueblo donde Capucine se alojó durante su viaje a Svalbard, en el norte de Noruega, en 2019, mientras estudiaba los glaciares del Polo Norte. Por eso su primera colección se llama Wahlenbergbreen mementos y está inspirada en un viaje al Ártico junto con un grupo de científicos. Otra colección se llama Téthys, el nombre de un microplancton que vive en los océanos.
La joyería es, por tanto, un ejercicio de estilo, pero también de conciencia medioambiental. Sus creaciones, por ejemplo, se elaboran en talleres artesanales de París, a partir de oro y plata reciclados. Y los diamantes se recuperan de otras joyas o se extraen de forma ética. Lo mismo ocurre con las piedras preciosas y semipreciosas. La diseñadora también es precoz: fundó su marca en 2018, con sólo 23 años, tras realizar un Máster en Diseño de Joyas en la Central Saint Martins School de Londres. Anteriormente, estudió durante cuatro años en la Haute Ecole de Joaillerie de París, donde aprendió los conceptos básicos del oficio y después de sus prácticas en Maisons como Cartier y Van Cleef & Arpels.