Joyas agradables y clásicas de la pareja Carlo Antonini y Kiki Furst, quienes crearon A & Furst en California ♦ ︎
En Milán, el nombre Antonini está asociado con la historia de la joyería. Pero también en California. De hecho, después de estudiar en la ciudad de Lombard, Carlo Antonini se mudó a Santa Elena, una ciudad no muy lejos de San Francisco. Aquí, junto con su esposa, Kiki Furst, continuó la tradición familiar, ahora en su tercera generación: el abuelo de Carlo abrió su compañía de piedras preciosas en Milán en 1919. Pero también Kiki Furst tiene una historia detrás en el mundo de los preciosos: la familia de Kiki comenzó a hacer joyas en 1850.

En resumen, dejando atrás las tradiciones familiares, la pareja comenzó una nueva vida en Napa Valley, famosa por su producción de vino. Es un pequeño paraíso donde puedes continuar trabajando y creando joyas. Así nació A & Furst, una marca de joyería que ha encontrado su lugar en el mercado estadounidense. Las diferentes historias de Carlo Antonini y Kiki Furst se han reunido en una síntesis: joyas agradables, fácilmente ponibles, sin excentricidad, pero con un aspecto sólido de color y bienestar.






