Inventado a principios del siglo XIX por el escocés David Brewster, el caleidoscopio deriva de la antigua palabra griega kalos, hermoso. El caleidoscopio, que también se ha convertido en un juego para niños, sorprende por su capacidad para mezclar colores en figuras geométricas en constante cambio. La colección Kaleido de Breil, una marca del grupo Binda, se inspira en ese concepto. Especializado en bisutería metálica, esta vez Breil añade un puñado de colores. Se trata de cuentas de piedra marcadas con ágata, amatista, aventurina, granate y jade azul, que desde un punto de vista gemológico es el nombre comercial utilizado para el cuarzo translúcido, que se encuentra en abundancia en Malasia.
Una de las peculiaridades de la colección Kaleido, junto al uso de abalorios de colores, es la versatilidad de las cadenas de acero, que siempre ha sido un elemento identificativo de la marca. En este caso, el metal se ofrece en color amarillo dorado pero, sobre todo, permite variar el largo: las pulseras y collares son transformables. Los collares, por ejemplo, pueden tomar cuatro medidas diferentes y métodos alternativos. Además, todas las pulseras se pueden transformar en una tobillera gracias a la cadena de extensión que se puede comprar por separado. Por último, basta con enganchar los elementos de silicona negra suministrados en los mosquetones para obtener un portavasos.