Desde las playas de Tenerife, la isla española de las Islas Canarias, hasta México y Valencia: el viaje de la marca Victoria Cruz ha sido largo. Ahora la empresa española presenta su nueva producción y, al mismo tiempo, ha decidido renovarse con un rebranding. Las joyas de Victoria Cruz están fabricadas en plata de ley 925 y 100% libres de níquel. Están fabricados en Italia para garantizar trazabilidad, sostenibilidad y calidad.
Además, para prolongar la vida de su color y brillo, están chapados en rodio u oro de 18 quilates. Además del metal, las joyas presentan cristales compuestos por una mezcla de cuarzo, arena y minerales. Se produce mediante corte eléctrico, una técnica de tallado que crea varias capas superpuestas que garantizan una mayor precisión y optimizan su luminosidad.
La novedad 23/24 se llama Passage, un catálogo que presenta 12 nuevas colecciones. Las joyas, combinadas con los colores de la temporada, nácar o perlas cultivadas, se proponen como complemento de diferentes looks. Victoria Cruz nació en los años 80 en Tenerife, hija de Luís y Victoria Mínguez Alcalá, que vendían bisutería y minerales en el paseo marítimo. Después de regresar a Valencia, Luís comenzó a importar alpaca y plata a México, transformando finalmente el negocio en una producción de joyería hecha en Italia. En 2011, su hijo Alexis transformó el negocio en una marca reconocible, Victoria Cruz. Hoy la empresa cuenta con más de mil puntos de venta distribuidos a nivel nacional e internacional en España, Portugal, Italia, Irlanda, Grecia e Israel.
