La familia Broggian tiene una tradición en joyería que se remonta a la década de 1950. El nombre del grupo, Broggian Milano, indica la ciudad de partida, aunque el negocio se ha trasladado a lo largo de los años a unos pocos kilómetros, en Gallarate (Varese, Italia). Además de la marca principal, la empresa familiar ha dado a luz a Mimì, otra marca con un target más joven. Ilaria y Marco Broggian, segunda generación de la familia, cuidan de Mimì. Las joyas propuestas son coloridas, imaginativas, adecuadas para quienes aman un estilo sin fronteras. Se fabrican en plata u oro de 9 quilates, junto con piedras semipreciosas como la crisoprasa o el topacio, pero también con gemas hidrotermales, es decir, sintéticas, una elección que les permite mantener un precio asequible.
La mente creativa de la marca es Cosimo Vinci diseñador de accesorios y joyas, profesor de creatividad y metodología de formación de alto nivel, y también autor de publicaciones sobre diseño de joyas, que tiene en su currículum el diseño de bisutería para algunas famosas marcas de moda como Versace, Versus, Balmain, Montana, Laura Biagiotti, Valentino, Etro. Y ahora, Mimí.