Meissen no es solo una de las marcas de cerámica más famosas del mundo. Desde hace algún tiempo la casa alemana ofrece una buena producción de joyería. Por supuesto, la joyería suele utilizar también elementos cerámicos, un material que también ha sido elegido por otras grandes marcas o por artistas-diseñadores como Wallace Chan. Pero la producción de joyas de porcelana de Meissen es mucho más antigua: se remonta al comienzo de la fabricación, en el siglo XVIII. Bajo la égida del joyero y orfebre de la corte real Johann Jacob Irminger, la fábrica ya producía accesorios en porcelana blanca ya en 1714, pocos años después de la invención de este nuevo material. En resumen, las joyas de Meissen de hoy continúan una antigua tradición.
Un ejemplo de descripción es la colección de ambiente primaveral Royal Blossom de 1739. Las flores de porcelana están hechas a mano y en cada una de ellas hay un conjunto de diamantes blancos. Las flores están montadas en oro amarillo o rosa de 18 quilates. La fecha a la que se refiere la colección tiene un significado preciso: este motivo decorativo fue creado en 1739 a instancias del rey Augusto III para su esposa María Josefa. Y casi 300 años después, las flores de porcelana se han reinterpretado como joyas.