En París hay una nueva y vieja Maison: Vever. Novedad porque acaba de ser inaugurado hace un par de años en la zona de la Place Vendôme por Camille y Damien Vever. Viejo porque los fundadores son los herederos de Henri Jean Baptiste Eugène Vever (1854-1954), joyero, escritor y coleccionista de arte francés, protagonista del Art Nouveau y la Belle Epoque. Camille Vever ha optado por entrar en el mundo de la joyería gracias a un broche, obviamente firmado por Vever, donado por su abuela por su 16º cumpleaños. Después de mucha deliberación, a la edad de 40 años decidió dejar el cargo de gerente general de una empresa biofarmacéutica y enlistó a uno de sus hermanos.
La Maison fundada por su abuelo había permanecido activa hasta 1982. Ahora recibe un nuevo impulso. Pero en una situación completamente nueva de hace un siglo, las pautas de Vever también han cambiado con respecto al pasado. Por ejemplo, la Maison ha decidido utilizar solo oro reciclado y diamantes sintéticos para respetar el medio ambiente. En su debut, Vever presenta dos líneas de alta joyería y alta joyería: anillos, collares y pulseras reflejan dos estéticas diferentes, una que recuerda a las joyas históricas con el uso de esmalte, perlas de Akoya y formas barrocas, mientras que otra línea es más moderna con formas simples y formas suaves, junto con una colección más elaborada inspirada en las flores Ginko.