Bulgari compra Bulgari. La maison romana, que pasó hace un par de años bajo el manto parisino de Bernard Arnault, propietario de LVMH, ha decidido centrarse en su historia. Las glorias de los años sesenta y setenta, cuando la tienda Bulgari de Roma era el destino favorito de Elizabeth Taylor o Gina Lollobrigida, han demostrado ser, de hecho, una formidable baza para el marketing. Tanto es así que las distintas exposiciones de joyas históricas firmadas por el joyero italiano están ahora en constante gira por todo el mundo, desde París hasta Texas.
La idea, en las salas de LVMH, es, por tanto, ampliar estas iniciativas. Pero se necesitan otras joyas además de las ya expuestas. Esta consideración es la base de un anuncio publicado en las páginas del periódico económico «il Sole 24Ore», publicado estos últimos días: «A la espera de futuras retrospectivas sobre el arte y la historia de Bulgari previstas en todo el mundo, buscamos ejemplos de alta joyería anterior a 1990 destinada a formar parte permanente de nuestra colección histórica». El anuncio también informa de un período durante el cual estará abierta la caza: del 4 al 30 de noviembre. Y una dirección de correo electrónico: retrospettivebulgari@bulgari.com.
