El oro y la plata se disparan. Y los joyeros están reduciendo el tamaño de sus joyas.
Joyas más pequeñas. Y más caras. Hay que aceptarlo: esta es la tendencia que dominará la joyería en los próximos meses, y quizás años. La causa es el alza del precio del oro, y ahora también de la plata. Es inevitable: incluso las joyas hechas del metal blanco, menos costoso, se están disparando. Por esta razón, algunas empresas de joyería ya han decidido reducir el tamaño de sus joyas, como si fueran productos que se encuentran en los supermercados: mismo precio, pero menor volumen. Vhernier acaba de presentar una nueva versión más pequeña de la colección Freccia. Roberto Coin presentó una versión mini de la línea Princess llamada Carousel. Y la lista continúa.

¿Atraerán los tamaños más pequeños a los compradores? Esta es la pregunta que también se hacen las casas de joyería. Sin embargo, las grandes marcas que se centran en joyas con piedras preciosas grandes se ven menos afectadas por los precios exorbitantes del oro y la plata. En este caso, el precio de las joyas se determina principalmente por las propias piedras, mientras que el impacto del metal en el precio final es menor. Por supuesto, el precio de los diamantes, rubíes o zafiros también influye en la joyería fina, pero estos no han experimentado los aumentos de precio de los metales preciosos.
Titanio
Otra tendencia, o truco, que los joyeros han estado adoptando durante algunos años es el titanio. Este metal altamente resistente y súper flexible se ha adoptado en joyería por sus cualidades específicas, a pesar de ser difícil de trabajar. Además de su resistencia, este metal también presume de la capacidad de ser coloreado, sin necesidad de un baño externo. Pero otra razón para usar titanio hoy en día es la posibilidad de usarlo como alternativa al oro. Es fácil imaginar que estas se presentan como consideraciones de diseño, que en realidad ocultan el deseo de evitar inflar excesivamente el precio de una pieza de joyería al evitar el uso de oro; su durabilidad será larga.

El oro ya ha superado los 4.100 dólares la onza, y el mercado de la plata (nueve veces más pequeño) ha visto su precio subir hasta los 52,12 dólares la onza en Londres, un máximo histórico desde 1980, cuando el precio se vio impulsado por la especulación de los hermanos Hunt, que posteriormente se desinfló. Los analistas creen que el aumento de los precios de la plata y el oro está relacionado con las amenazas arancelarias de Donald Trump y el consiguiente aumento de las compras de ETF (fondos de inversión especializados vinculados a índices o sectores). En el caso de la plata, la oferta es menor que la demanda, en parte porque el metal también se utiliza con fines industriales, como en paneles solares. Además, en India se han producido grandes compras de plata con motivo de las festividades hindúes, en parte porque el precio del oro se ha duplicado en un año. ¿Continuará el repunte de los metales? Es difícil predecirlo. En cualquier caso, ahora es el momento de las minijoyas.


