Federico Primiceri, hijo del barroco, ha traído en el sur de Italia la joyería de calidad ♦ ︎
Hay muchos diseñadores que han crecido con oro en la sangre. O, mejor, con piedras preciosas y metales preciosos a la mano, porque sus padres eran orfebres. Es parte de esta patrulla Federico Primiceri, un diseñador que ha aprendido mucho de su padre orfebre en la ciudad más barroca de Italia, Lecce. Desde el sur, Federico se trasladó al norte para perfeccionar su vocación, con etapas en Valenza y Milán, entre la práctica de diseño y diploma en el Instituto Gemológico de Italia. Su trabajo ha estado apuntando hacia arriba, con joyas de calidad desfilar con el evento Alchimia delle Formeand con invitaciones a Estambul, Moscú, París y Londres.
Es de estilo ecléctico, pero no solo: asistió al primer evento de música de joyas en Lecce en 2008 durante la exposición Idea & Design. En definitiva, es la prueba que cuenta más talento que ubicación, lo que es más importante fantasía que famosos amigos, que gana calidad que marketing. Desde una posición exterior, Primiceri ha logrado crear joyas que muchos de sus colegas en Milán o Roma no sueñan con hacer. Y si lo soñaban, tal vez no serían capaces de traducir la idea en la práctica.