Antes de juzgar las joyas de John Apel, es necesario conocer las verdaderas pasiones del fundador de la marca estadounidense, John Apelian: la pintura al óleo y la jardinería. No es un aspecto muy común entre los diseñadores de joyas. Pero John Apelian tiene una historia diferente a los demás: nació en Estambul, Turquía, aprendiendo el negocio familiar: el curtido de cueros. Y su combinación única de experiencia química y talento creativo innato le permitió introducir nuevos colores en el proceso de curtido del cuero. Luego, enseñó en una escuela técnica, pero también trabajó con una pequeña empresa de joyería. Allí, se encendió la chispa de las joyas.
En 1976, John y su esposa Hilda emigraron a los Estados Unidos, donde el diseñador abrió un pequeño taller de reparación de joyas y, en 1991, fundó su propia empresa de fabricación y diseño con el nombre italiano DiLaro. Afortunadamente, en 2006, Apelian optó por cambiar el nombre de la marca por uno más cercano a él. Para sus joyas utiliza platino u oro de 18 kilates, junto con gemas, mientras que para sus creaciones se inspira en la naturaleza. Entre las características también hay una línea con diamantes talla rosa, una forma tradicional muy utilizada en Oriente, porque los orígenes, después de todo, nunca se olvidan.