Hay quienes se limitan a volver a proponer pequeñas variaciones de un mismo tema. Y que, como Paola Brussino, emprende caminos inexplorados. La elección de los materiales y un diseño extraordinariamente eficaz constituyen el mapa de la arquitecta y diseñadora turinesa, que en su dilatada carrera ha colaborado con marcas internacionales de joyería y las maisons de nicho más prestigiosas. Su biografía dice que su trabajo ha sido exhibido en varios países europeos, Qatar, Japón, Rusia y Estados Unidos. Después de haber vivido durante mucho tiempo en Ginebra, regresó a Italia en 2012 y comenzó un camino de pura investigación.
Uno de los aspectos que caracterizan las joyas de Paola Brussino es la elección de trabajar con elementos como el carbono, el titanio, el zirconio y el corian en alta joyería. El circonio, por ejemplo, es un metal con un aspecto que recuerda al titanio. Está hecho principalmente de circón y es muy resistente a la corrosión. Se utiliza en centrales nucleares y, ahora, también en los anillos y pendientes de la diseñadora.
Además, las raíces que se hunden en el diseño y la arquitectura han dirigido las joyas de Paola Brussino hacia joyas que expresan rigor y fantasía al mismo tiempo, ligereza y lujo, pero con geometrías definidas y agradables, naturales y elegantes.