En 1968 Van Cleef & Arpels propuso el primer collar Alhambra, inspirado en la forma del trébol de cuatro hojas, símbolo de la Maison. Una joya, en definitiva, pero también un amuleto de la buena suerte. Y, de hecho, la colección trajo buena suerte a Van Cleef & Arpels, ya que esta línea de joyas preciosas, pero también con un precio más asequible que el de la alta joyería, se renueva constantemente. Constantemente se añaden nuevas piezas, con pequeñas variaciones, pero suficientes para renovar la colección, por ejemplo con la introducción del oro rosa.
Para 2020, por ejemplo, la colección Alhambra incluye collares, un anillo de oro amarillo guilloché y un reloj joya. El procesamiento guilloché, entre otras cosas, también recuerda las decoraciones de la arquitectura árabe, que inspiraron la colección. El procesado guilloché, de hecho, se utiliza para superficies generalmente metálicas y se obtiene con máquinas especiales (guillocher) que generan un diseño repetitivo de líneas incisas, lineales u onduladas. En este caso sobre oro de 18 quilates: la profundidad de las rayas y su diseño en forma de sol aportan un sutil efecto de relieve a la superficie, creando una intensa circulación de luz. Además del oro, las nuevas joyas usan calcedonia, nácar gris, ágata azul.
Los collares se pueden usar de diferentes maneras: como un collar largo o semi largo, o corto doblando la cadena, o envueltos alrededor de la muñeca como pulseras o colgados en la espalda. El reloj joya Sweet Alhambra está elaborado con una esfera guilloché. La pulsera alterna motivos de oro rosa, de nuevo con guilloché, y nácar rosa. Los motivos de nácar se combinaron antes de pulirlos para crear una superficie brillante.
