Un diamante es para siempre, incluso si es en bruto como el que De Beers ha dejado en su forma original de octaedro en el collar de la colección Talisman. Una piedra de 13 quilates de color anaranjado quemado que marca el regreso a la alta joyería después de cuatro años con nuevas piezas creadas para celebrar una línea que nació hace diez años. Medallones grandes, pulseras, pendientes y anillos, donde la diseñadora Hollie Bonneville-Barden ha engastado piedras en una variedad de tonos de verde, rosa, azul y marrón, para mejorar la luz natural que se combinan con otras muy clásica de corte baguette, redondo, rosa y otros cortes mixtos. En el centro de la joya sin embargo siempre hay un diamante de color en bruto. Una digresión para la marca especializada en diamantes blancos con el objetivo de llegar a nuevos clientes, menos tradicionales. Tal vez un riesgo de estilo, pero la empresa se lo puede permitir, porque como explica su director general François Delage, el negocio crece en dos dígitos, incluso en China a pesar de la represión del gobierno, porque parece que los clientes chinos tienden a comprar las joyas De Beers para ellos mismos y no como regalos. Estará disponible en las tiendas el próximo septiembre, mientras tanto aquí las fotos. Lavinia Andorno
