El sol de California, el amarillo del oro, el blanco de los diamantes como la espuma al borde de las olas. Estos son los tres elementos que acompañan a Sara Weinstock, diseñadora de joyas que trabaja en Malibú, cerca de Los Ángeles, aunque sus joyas se distribuyen por todo el mundo, incluidos Rusia, Azerbaiyán, Corea del Sur y Arabia Saudí. Su carrera comenzó tarde, luego de graduarse en comunicación, actuación como actriz y modelo, casarse, tener dos hijas y haberse separado de su esposo. En ese momento, hace unos 15 años, decidió dar rienda suelta a su creatividad (un regalo familiar: madre y abuela eran pintoras) y dedicarse a la joyería.
Estudió en el Instituto Gemológico de América y luego trabajó con un diseñador de joyas, quien le enseñó la práctica del oficio. Sus primeras colecciones se basaron en oro, piedras de colores y formas simbólicas, desde la mano hasta el ojo de la suerte. Pero al final eligió el camino de las joyas sin relación con símbolos e íconos. El oro y los diamantes también han llamado la atención de las celebridades que pueblan esa zona de California, como Amy Adams, Priyanka Chopra, Lupita Nyong’o, Jennifer Lawrence, Emma Stone, Olivia Munn, Christina Aguilera, Crissy Teigen y Jennifer Lopez.