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Trabaja entre Beirut y Dubai, después de graduarse en Diseño Publicitario de la Lebanese American University. Nada Ghazal, de hecho, trabajó durante diez años en el sector de la publicidad, con sede en los Emiratos. Su experiencia le ha permitido aprender las mejores técnicas de comunicación, pero sin olvidar su verdadera pasión: la joyería. Después de ganar numerosos premios regionales e internacionales, regresó a Beirut, donde montó su propio taller de joyería y piedras preciosas, debutando las primeras colecciones en 2003. Su creatividad en el diseño de joyas llamó la atención: oro cepillado a mano, pequeños diamantes o zafiros engastados como pequeñas estrellas en el metal.
Pero la vida en Beirut no es fácil. A mediados de 2020, como si el covid no fuera suficiente, la explosión que arrasó gran parte de la ciudad libanesa también devastó las instalaciones de la joyería y el laboratorio, así como la casa de Nada Ghazal. Afortunadamente sin causar bajas. El diseñador, sin embargo, no se desanimó y se fue. De hecho, ha decidido relanzarse partiendo de un nuevo anillo, llamado Blast (explosión), símbolo de la voluntad de no doblegarse ante la adversidad.