Hace seis años se expandió con la incorporación de Diemmeffe, pero Chiampesan ciertamente no ha perdido sus características. Ahora llamada Chiampesan Fabris (del nombre de la familia propietaria de Diemmeffe), la histórica empresa de Vicenza continúa su camino, que significa sobre todo procesamiento de oro. Collares, pulseras, anillos y aretes en oro amarillo, con algunas concesiones al oro blanco, han sido, desde que se fundó la empresa en 1959, el punto fuerte de Chiampesan, que sigue exportando gran parte de su producción.
Con técnica y experiencia, habilidad manual combinada con estándares de producción consolidados, se realizan con colecciones que también agregan piedras semipreciosas, como en el caso de la línea Bacio, en la que también se utilizan citrinos y amatistas. Pero la mayoría de las joyas son exclusivamente de oro, con el característico acabado satinado a mano introducido con éxito en el mundo de la orfebrería por Lino Chiampesan. Este es un proceso de alisado que se logra rascando la superficie del metal para obtener líneas diminutas, densas y delgadas, que agregan una superficie aterciopelada al oro.
