Cuatro años después los sueños se han multiplicado. Por otro lado, el joyero y experto en alta relojería Ben Rocco siempre ha pensado en grande. Y así su criatura, Dreamboule, ensanchó el horizonte. Para quienes no lo conocen, Dreamboule es un caso único en el mundo de la joyería. La Milanese Maison nació, de hecho, ofreciendo anillos increíbles hechos con tecnología refinada, adquirida gracias a la experiencia en la fabricación de relojes con clase. Por este motivo, las colecciones Dreamboule se fabrican en Suiza.
La característica principal de las joyas es encerrar pequeños mundos preciosos bajo una burbuja de cristal de zafiro, muy resistente y que mantiene un índice de distorsión de imagen exacto. Debajo de esta burbuja, que como idea recuerda algo a esas esferas de cristal que contienen paisajes o figuras que se vuelcan para hacer caer una nieve artificial en su interior. En el caso de Dreamboule, sin embargo, el resultado es tan refinado como precioso. Las joyas son de oro, con diamantes y zafiros. Y en lugar de nieve artificial, flotan dentro de los diminutos copos de oro. Un trabajo que combina la artesanía de la joya, con la precisión suiza en la realización.
Con el tiempo, las joyas también han evolucionado. Además de los anillos, ahora las preciosas burbujas también acompañan a las pulseras, o se transforman en colgantes. No solo eso: Ben Rocco ha diversificado la oferta, que ahora incluye cuatro tamaños diferentes de diámetro, para adaptarse a diferentes tamaños de cuerpo (y billetera). Las medidas se definen con Bubble Line (16 mm de diámetro), Classic Line (20 o 28 mm), E Superb Line (36 mm). Cada línea tiene sus propias características. Por ejemplo, Classic Line incluye anillos de oro de 18 quilates, con 98 piedras preciosas (1,59 quilates).