Nació y se crió en Nuevo México, lo que recuerda cada vez que cocina un plato picante. Luego, Anna Sheffield estudió escultura y bellas artes en San Francisco. Pero también trabajó en un salón de tatuajes (como lo demuestran sus brazos cubiertos de dibujos), en Arabia Saudita y en un pequeño pueblo de Virginia. Sin embargo, durante poco más de diez años ha sido una exitosa diseñadora de joyas, con dos tiendas en Nueva York y Los Ángeles. Dado que considera que las joyas son talismanes, es posible que le hayan traído suerte.
En cualquier caso, es apreciada por varias razones. En primer lugar, por la capacidad de combinar diseño, arquitectura y algunos ecos de la artesanía indígena. La segunda razón es que se ha centrado más en los anillos, reinventando la clásica joya destinada a sellar el compromiso. Anna Sheffield también ha creado una Maison especialmente atenta al medio ambiente: utiliza oro reciclado que, dice, no falta y por tanto no es necesario extraerlo. Y elige diamantes cuidadosamente seleccionados, con origen certificado y extracción sostenible. Finalmente, fundó el Future Heritage Fund, en colaboración con New Mexico Community Foundation, que otorga fondos a varias organizaciones culturales, ambientales y educativas sin fines de lucro en Nuevo México: al menos el 20% de las ventas de Future Heritage están destinadas a esta colección.